La historia del Gran Pakitín
Una vida a tu lado
Capítulo LXVIII: Vacaciones en Caldes de Montbui
En el año 1985 nuestras vacaciones de verano familiar fueron inusuales. En ese año nuestra intención era volver de vacaciones a Valldoreix…
Capítulo LXVII: Vacaciones en Valldoreix
Aunque desde que tengo uso de razón hasta que cumplí los veintiséis, más o menos, nuestras vacaciones familiares de verano fueron en Blanes…
Capítulo LXVI: Sus «Cugnadas»
Eran las cuñadas de mi padre y fueron las primeras de nuestra familia en mostrarnos el camino a Blanes. Pero también fueron…
Capítulo LXV: Vacaciones en Blanes (parte III)
Como mis tías vendieron el apartamento en «Los Europa» mis padres decidieron buscar unos nuevos apartamentos dónde pasar las vacaciones…
Capítulo LXIV: Vacaciones en Blanes (parte II)
Al principio de llegar a Blanes, mis tías, «las primeras colonas», se asentaron en unos apartamentos que todavía siguen en pie, llamados «Los Mediterráneo»…
Capítulo LXIII: Vacaciones en Blanes (parte I)
En el tercer capítulo de este blog, hablando de la infancia de mi padre, conté que de pequeño iba de vacaciones de verano a Miño (La Coruña)…
Capítulo LXII: Los trenes y la RENFE
Sería pasar de puntillas por la vida de mi padre si no dedicase un capítulo del blog a los trenes en general y a la RENFE en particular…
Capítulo LXI: El Gran Pakitín y sus Viajes
Mi padre era de los que pensaba que no era necesario irse muy lejos para poder ver parajes increíbles. Decía que España tenía de todo…
Capítulo LX: El Gran Pakitín y Ulysses en particular
Y mi padre se hizo de Ulysses, el gatito de la familia durante muchos años. También llamado Ulyssin o Uly. Se lo regalaron a mi hermana Patricia…
Capítulo LIX: El Gran Pakitín y los Gatos en general
Mi padre tenía mucho respeto por los animales. No era un hombre de estar rodeado continuamente de animales, pero les tenía en mucha estima…
Capítulo LVIII: Su Diabetes
Durante los capítulos de este blog, en algunas ocasiones he mencionado de pasada, o más bien de puntillas, el tema de la diabetes que padecía mi padre…
Capítulo LVII: «La Mili»
A mi padre le apasionaba el mundo militar en el ámbito estratégico y poético, pero lo detestaba en el ámbito práctico del campo de batalla…
Capítulo LVI: Su solidaridad y su caridad
El hecho de que mi padre siempre se preocupase por los demás tiene que ver mucho con la educación que recibió de pequeño…
Capítulo LV: El Gran Ahorrador
Mis padres siempre han sido muy ahorradores. Gracias a su ahorro, esfuerzo y sacrificio a mis hermanos y a mi no nos ha faltado nada…
Capítulo LIV: El Gran Pakitín: ¿Sus manías o Sus obsesiones?
A los 18 años, más o menos, mi padre se obsesionó con la caída de cabello de la cabeza y la posibilidad de quedarse calvo. Buscaba el “crece pelo”…
Capítulo LIII: El Gran Pakitín y sus manías (parte I)
Y sí, mi padre, como buen Morillo que era, tenía algunas manías pero se le permitían porque era “El Gran Pakitin”. Eran, como decía su sobrino…
Capítulo LII: El Gran Pakitín: sus tradiciones y sus costumbres (parte II)
En mi casa siempre hemos escuchado la radio (o, como la llamaba mi padre bromeando, la “aradio” o el “transistor” ). Era toda una tradición…
Capítulo LI: El Gran Pakitín: sus tradiciones y sus costumbres (parte I)
Ya se podía intuir que mi padre, con ese cierto desapego que tenía hacia las nuevas tecnologías, iba a ser un hombre de tradiciones y…
Capítulo L: Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad
Mi padre nunca llevó un móvil de última generación. Llevaba uno que le ofrecía las justas funciones como llamar, recibir llamadas y…
Capítulo XLIX: El Gran Profesor
Desde pequeño, mi padre ya tenía buena pose para dar lecciones. Su profesora de aquella época, Doña María, marcó…
Capítulo XLVIII: El Gran Pakitín y sus «platitos» (parte II)
Por las mañanas mi padre solía desayunar unas rodajas de pan untadas con tomate natural, un “cafelito”, descafeinado y con sacarina, una fruta y…
Capítulo XLVII: El Gran Pakitín y sus «platitos»
A mi padre le gustaba comer bien, o como decía él “mover el bigote” bien. Lo de comer bien, en él iba más relacionado con la calidad que con la cantidad…
Capítulo XLVI: El Gran Pakitín y sus «trapitos»
Voy a hablar de los “trapitos” de mi padre. Pero no me refiero a esos trapitos con los que mi padre limpiaba el polvo de casa, ni tampoco…
Capítulo XLV: El Gran Pakitín y sus otras «tareas propias de mi sexo y condición»
Seguimos con las “tareas propias de mi sexo y condición” a las que mi padre dedicaba parte de su tiempo. Le gustaba, y mucho,…
Capítulo XLIV: El Gran Pakitín y «las tareas propias de mi sexo y condición»: su Costura
Mi padre, aparte de casero, era muy hacendoso. Siempre hacía sus quehaceres y menesteres de casa con mucha atención y dedicación…
Capítulo XLIII: El Gran Pakitín y sus aficiones (parte VII), su otro Cine Español y sus otras películas
En el capítulo anterior del blog hablé de la afición de mi padre por el cine español, por el cine español “de antes”…
Capítulo XLII: El Gran Pakitín y sus aficiones (parte VI), su Cine Español
Dejo atrás “Psicosis”, el cine mudo, el cine del Oeste y el “cine negro” americano, para adentrarme en el cine español con el que mi padre disfrutaba mucho…
Capítulo XLI: El Gran Pakitín y sus aficiones (parte V), su Cine
Cuando mi padre era jovencillo, con trece o catorce años, si iba al cine con sus amigos bromeaban sobre los títulos de las películas que proyectarían…
Capítulo XL: El Gran Pakitín y sus aficiones (parte IV), sus Músicas y sus Bailes
Mi padre nos solía preguntar a mis hermanos y a mi: “¿Cómo os puede gustar el chunda chunda?”, haciendo referencia a la música moderna…
Capítulo XXXIX: El Gran Pakitín y sus aficiones (parte III), sus Plumas Estilográficas y su Lectura
Las plumas estilográficas eran objetos que despertaban el interés de mi padre. Era un “plumófilo” desde hacía años…