La historia del Gran Pakitín
Una vida a tu lado
Capítulo XXXVIII: El Gran Pakitín y sus aficiones (parte II), sus Sellos y sus Relojes
A mi padre le encantaba coleccionar sellos y lo hacía desde hacía más de sesenta años. Sus sellos más deseados eran los de principios de…
Capítulo XXXVII: El Gran Pakitín y sus aficiones (parte I), su Meccano
Mi padre tenía muchas aficiones, pero de entre ellas la que le apasionaba desde niño eran las construcciones con el Meccano…
Capítulo XXXVI: El Gran Pakitín, el Deporte (parte III), su «Magnesia» y su Natación
A mi padre le gustaban los deportes y se emocionaba mucho viéndolos pero otra cosa muy distinta era el practicarlos. Bromeaba diciendo que…
Capítulo XXXV: El Gran Pakitín, el Deporte (parte II), el Baloncesto y el Ciclismo
Mi padre también seguía el baloncesto y ¡cómo no! su equipo era el Real Madrid. Yo creo que una de las razones por las que le gustaba tanto el baloncesto era…
Capítulo XXXIV: El Gran Pakitín, el Deporte (parte I), el Fútbol
Mi padre de pequeño jugaba al fútbol en la calle con sus amigos del barrio o con sus compañeros de clase. Por aquél entonces apenas circulaban coches por las calles…
Capítulo XXXIII: El Gran Pakitín, la Fe y la Religión
Mi padre era muy creyente y muy devoto. Era “católico, apostólico y romano”. No sólo acudía a misa todos los domingos y rezaba sus oraciones, sino que se esforzaba…
Capítulo XXXII: El Gran Pakitín y la Falange Española
Aunque se dice que no se debe hablar ni de política, ni de religión ni de deporte porque son temas tabúes en conversaciones, si no hablase de estos tres temas…
Capítulo XXXI: El Gran Pakitín y el Trabajo
Mi padre siempre decía que el trabajo dignificaba. Al trabajo lo llamaba curro, currele o tajo…
Capítulo XXX: El Gran Pakitín y su Miguelín
El único nieto de mi padre, de momento, es Miguel. Un niño muy deseado y esperado por todos nosotros y que nació el 11 de enero de 2016…
Capítulo XXIX: El Gran Pakitín y su Nachete
Tuvimos que esperar al 26 de agosto de 1981 para que el príncipe de la casa llegase. Se llamó Ignacio, pero mi padre lo llamaba de un sinfín de maneras…
Capítulo XXVIII: El Gran Pakitín y su Nené
Después de nacer Patricia y yo, mis padres empezaban a ir en busca del varón. Y he aquí, que no nació un niño, sino niña, “¡Pero menuda niña!”…
Capítulo XXVII: La Gran Boda Cántabra
Este capítulo claramente y, como no podía ser de otra manera, se lo dedico al nuevo matrimonio. A Paloma y a Nacho. A mi hermano y a su, ahora, esposa…
Capítulo XXVI: El Gran Pakitín y su Moniquilla
El 8 de marzo de 1976, a los 19 meses del nacimiento de mi hermana Patricia, nacía yo, Mónica María. Nací una madrugada que llovía a cántaros…
Capítulo XXV: El Gran Pakitín y su Patricina
Pocos meses después de casarse, mi padre estaba preocupado porque mi madre aún no se había quedado embarazada. Ambos estaban deseosos de ser padres…
Capítulo XXIV: El Gran Pakitín y sus Nenes
Como padre, “El Gran Pakitín”, era excepcional. Nos llamaba a mis hermanos y a mí, “sus nenes”. Tuviésemos la edad que tuviésemos, éramos “sus nenes”…
Capítulo XXIII: El Gran Pakitín y su Titis
“La Titis”, “La Jefa”, “La cuqui”, “La curri”, “La Currititis”, “Cariñín”, “Currichinchin”, “Cielín”, todos estos nombres utilizaba mi padre para llamar a mi madre…
Capítulo XXII: El mundo laboral, el amor y el desamor (parte IV)
La vida de mi hermano Nacho, después de pasar por el CPS (Centro Politécnico Superior), cambió por completo. No sólo la conjuntivitis crónica…
Capítulo XXI: El mundo laboral, el amor y el desamor (parte III)
Nada más licenciarse en 2002, mi hermana Irene empezó a trabajar en Barcelona. Aunque al final no se casó con Roger…
Capítulo XX: El mundo laboral, el amor y el desamor (parte II)
Mi periplo laboral acababa de empezar. Después de dejar “Construcciones Erluic S.L.”, empecé a buscar un nuevo trabajo…
Capítulo XIX: El mundo laboral, el amor y el desamor (parte I)
Una vez mis hermanos y yo acabamos nuestras carreras universitarias, mi padre respiraba tranquilo porque, como él siempre decía…
Capítulo XVIII: La Universidad, el amor y el desamor
Y el camino académico se cruzó con el camino del amor. Los hijos de “El Gran Pakitín” experimentaban lo que era el amor y también el desamor…
Capítulo XVII: Pasan los años en Zaragoza
En aquella Gran Vía de Zaragoza, nosotros vivíamos en el nº 40. El edificio, construido en 1949, era imponente…
Capítulo XVI: Zaragoza, nuestro asentamiento definitivo
Y resulta que nuestra familia nómada en sus inicios, cada vez se asentaba con más firmeza en Caesaraugusta…
Capítulo XV: Nuestros primeros pasos en Zaragoza
Íbamos a conocer nuestro nuevo piso. Íbamos a conocer nuestro hogar. Cogimos el ascensor en varias tandas y llegamos a la planta tercera…
Capítulo XIV: Adiós Tarrasa, Hola Zaragoza
Mis padres desde un principio tenían claro que Tarrasa no iba a ser la ciudad en la que nos quedásemos a vivir para siempre.
Capítulo XIII: Tarrasa y la amistad
Nuestra vida transcurría en Tarrasa. Todos con nuestros quehaceres diarios. Mi padre trabajando en la Administración de Hacienda…
Capítulo XII: Primer año en Tarrasa
En Tarrasa vivíamos en la Calle Mayor. Era una calle muy céntrica llena de bancos. No de los de sentarse, sino en los que guardas dinero.
Capítulo XI: Hasta la vista querida Madrid, Hola de nuevo Tarrasa
Una vez que mi padre aprobó las oposiciones a Inspector de Hacienda, el siguiente paso era elegir destino. Y nos fuimos a Tarrasa.
Capítulo X: La familia sigue creciendo y las oposiciones a Inspector de Hacienda
Nuestra vida transcurría tranquila en Villa de Arbancón. Mi padre seguía trabajando en Marconi. Mi madre seguía dedicándose al cuidado de nosotras tres.
Capítulo IX: La familia crece, Villa de Arbancón
En este capítulo quiero agradecer a mis padres por todo su amor, su sacrificio y su lucha en formar su propia familia. La crearon y la cuidaron. Ellos construyeron un hogar en el que mis hermanos y yo nacimos y crecimos sabiendo que siempre nos tendríamos los unos a...